En virtud del Real Decreto de 25 de julio de 1835 y conforme a lo acordado por la junta celebrada en 12 de octubre de dicho año por los señores intendente, gobernador civil, provisor y prelados de la Provincia , quedó suprimido el convento y entregado al poder civil. Fue superior de Betancuria en este último provincialato el P. Antonio Bello y Francisco Gómez, estando éste encargado de la parroquia de la Villa en 1837.
En las subastas que a raíz de las desamortizaciones fueron publicadas en el Boletín Oficial de Canarias se repitió una y otra vez la casa franciscana de Betancuria; se la tasó junto a su huerto y su iglesia y el anuncio de su venta se arrastró de una forma un tanto irregular hasta fechas relativamente recientes; era la finca o paraje de los conventos, y se asignó su propiedad en el registro oficial correspondiente a favor de la Iglesia Católica.
Uno de los altares de la iglesia de San Buenaventura, Convento de Betancuria. Foto de Paco Cerdeña, tomada en 1982. |
“Reunida esta corporación en sesión del día de ayer con igual número de vecinos mayores contribuyentes, al que se compone este municipio acordaron: Que por cuanto no se había obtenido hasta ahora contestación alguna del E. e I. Señor Obispo de la Diócesis , de la exposición que en 26 de febrero último se le había dirigido sobre la traslación de las santas imágenes que se llevó el Venerable Beneficiado de la Parroquia de Tuineje, don Martín Marrero, de las iglesias de San Francisco y San Diego de Alcalá de esta Villa, como ya se ha hecho referencia en dicha exposición con lo demás y que de la misma aparece desde luego son de opinión así la Corporación como los vecinos asociados que se vuelva de nuevo a oficiar a dicho Excmo. E I. Señor Obispo con testimonio de esta acta y sus antecedentes para que en obsequio de la buena administración de justicia se sirva mandar, como es de esperar que dicho Venerable Beneficiado don Martín Marrero restituya a las referidas iglesias las santas imágenes que se llevó con el sepulcro y cruces, dando comisión para la ejecución al Venerable escribano (¿) eclesiástico don José Viera y Cubas o a otro eclesiástico que tenga por conveniente, a fin de que se verifique la restitución que se solicita para que no queden las iglesias despojadas de todas las imágenes a que las ha dejadazo se decida dicho venerable Beneficiado, los cuales deberán volver a sus respectivos lugares. Y que por el Señor presidente se eleve dicha solicitud… (roto)… para su determinación acordando de dar aviso a la corporación de su resultado…”
Ahí queda planteado otro misterio sobre el patrimonio que albergó la iglesia conventual de San Buenaventura, anexa al convento de Betancuria en los últimos momentos de su historia...