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Cuando miro para el Convento de Betancuria...

Las ruinas franciscanas de Betancuria (Fuerteventura)

La austeridad franciscana se siente en cualquiera de las ermitas de Fuerteventura. Son pequeñas y reproducen un esquema ancestral seguido por los hermanos de la Orden Seráfica desde su implantación en Canarias.
Y en este sentido, el cenobio de San Buenaventura de Betancuria es la primera casa abierta por una orden monástica en las Islas: Las huellas actuales que las circunstancias nos “venden” como ruinas, no son las primigenias, sino el fruto de la reconstrucción acometida en el último cuarto del siglo XVII.
Me refiero a la muralla que rodea la iglesia conventual y las cimentaciones de las celdas que vagamente se adivinan al norte de aquella, junto a una pequeña huerta. Insisto: son el resultado de la obra que allí se emprendió a finales del siglo XVII; como se hacía en toda Betancuria y los vecinos templos del Valle de Santa Inés y de la Vega de Río Palmas, afectados por la incursión berberisca de 1593.



Los orígenes y la historia del convento de Betancuria se gestaron muy lejos del solar majorero, en medio de un cisma y del proceso de conquista del Archipiélago Canario. La búsqueda de nuevas tierras y de riquezas se unió a la conquista de almas: Los clérigos que acompañaron a los normandos acometieron poco más que la construcción de los primeros templos de Lanzarote y de Fuerteventura.
Fray Juan de Baeza y Pedro de Pernia luchaban lejos de estas islas por conseguir la bula que les autorizase la apertura de una casa franciscana desde donde curar las almas de los conquistados, lejos del hierro y de la sangre, llegando a planear hasta una nave distinta de las de los conquistadores para rescatar de las zonas de conflicto a los aborígenes supervivientes para adoctrinarlos en Betancuria… Pero la nave y las ilusiones de Fray Juan de Baeza parecieron petrificarse en la Villa, varada en el tiempo sin tiempo, arrinconada, lejos de la rueda de la Historia, hasta nuestros días.
Están lejos las jornadas en que las campanas de las iglesias del convento y de San Diego sonaran en los valles de Betancuria; lejano el bullicio de la festividad de San Buenaventura; casi olvidadas las predicaciones de los monjes en las festividades de los distintos pueblos de la isla… Los frailes convivían con la gente llana y padecían las mismas desgracias y hambrunas que aquella… Cuántas cosas se perdieron en los años de la desamortización, se lamentaba don José Lavandera en su artículo sobre la iglesia del convento publicado en la revista Almogarén.


Foto publicada en el archivo fotográfico de la FEDAC del Cabildo de Gran Canaria, donde la iglesia conventual aún mostraba sus techumbres y espadaña...
Cada vez que visitamos Betancuria se nos aparece esta triste joya de nuestro patrimonio histórico y artístico languideciendo, acunada ya por el  quejido de siglos, mezclando su dolor con el ruido que en la intemporalidad del olvido hacen las tejas que caen, las maderas que chirrían. Las voces de los gañanes se adivinan en medio del polvo y de las siluetas camellares, todos mandados por sus amos en las oscuras noches de expolio.
De aquella pesadilla aún emergen las paredes de la iglesia, solo las paredes, pues ya no quedan losas, ni canterías; y las pocas arquerías semejan las cuadernas de una vieja nave ya volteada, aquella que fuera la ilusión de los monjes fundadores y que ahora naufragan en otros mares que se mecen entre desidia y olvido.
Con restos como estos, testimonios sublimes de una ingente empresa histórica, la isla debiera convertirse en cuna de la evangelización de Canarias y, por ende, rescatar de alguna forma todo este patrimonio para ponerlo en uso, otro uso, sobre tan respetable solar.
Y la ermita de San Diego, con elementos arquitectónicos de la etapa normanda constituye un ejemplo de pervivencia, pero también clama la atención para que se la revalorice pues aún sigue sacralizada, sin duda.

Claro, después de una evocación como la que precede, ¿Qué pedir para este rincón del patrimonio histórico de Fuerteventura, si apenas tenemos imágenes de cómo fue aquello?- Se preguntarán algunos.
El ingeniero Leonardo Torriani, en un mapa de finales del XVI y Cassola en el XVII, nos aportan una idealización de cómo pudo ser la villa histórica, pues en su cartografía podemos rastrear las construcciones religiosas de la Villa. Y el P. Quirós nos describe el convento pues allí estuvo a principios del XVII.
Pero es quizá el P. Inchaurbe el que nos aporte más datos de esta casa conventual en Betancuria, alumbrándonos nombres de los monjes, de los guardianes, de los templos que atendían… Pero dicen que la historia de los Franciscanos en Canarias está por escribirse.

Insisto: ¿Nos podemos contentar con seguir citando a esta joya del patrimonio histórico en Betancuria como las “ruinas del viejo convento” cuando la Villa es “conjunto de interés histórico artístico desde 1979?
La verdad es que me da un cierto repeluz cuando, entrando a la Villa desde la Vega nos encontramos con el macizo roto en un afán extractivo por la piedra ornamental que esconde esta ciudad histórica… Ruinas y voracidad extractiva, hoy felizmente parada, dan una mala imagen a un conjunto para el que demandamos la capitalidad histórica de Canarias…

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Fuentes de interés para la genealogía en Fuerteventura

Registros sacramentales de las parroquias de la isla de Fuerteventura, siglos XVI-XX De interés para los estudios genealógicos y búsqueda de ancestros en una de las Canarias. Los archivos: Fechas Registros Parroquias (Sede del archivo) signatura 1587-1609 Bautismos, libro 1 N.S. La Concepción Betancuria (Antigua) 1 1591-1655 Bautismos, libro 2 N.S. La Concepción Betancuria (Antigua) 2 1640-1669 Bautismos, libro 3 y 4 N.S. La Concepción Betancuria (Antigua) 3 1669-1686 Bautismos, libro 5 N.S. La Concepción Betancuria (Antigua) 4 1686-1698 Bautismos, libro 6 N.S. La Concepción Betancuria (Antigua) 5 1698-1714 Bautismos, libro 7 N.S. La Concepción Betancuria (Antigua) 6 1714-1732 Bautismos, libro 8 N.S. La Concepción Betancuria (Antigua) 7 1732-1744 Bautismos, libro 9 N.S. La Concepción Betancuria (Antigua) 8 1744-1758 Bautismos, libro 10 N.S. La Concepción Betancuria (Antigua) 9

Noticias del convento franciscano de Betancuria, 1602-1835

Noticias del Convento de Betancuria, siglos XVII-XIX Los franciscanos que moraron en este cenobio de Fuerteventura compartieron, por lo general, las miserias y calamidades del pueblo llano. El censo de hermanos aumentaba o disminuía en función de que los años agrícolas fueran buenos o malos… Los frailes de la Orden Seráfica , aún rotando entre sus conventos, al llegar a nuestra tierra, entendieron como nadie el paisanaje y la sociedad de la isla desde la apertura de su casa en las primeras décadas del siglo XV . Acercarnos someramente a esta comunidad y poner nombre a algunos de de sus miembros es el objeto de nuestro artículo. Y lo hacemos de la mano del P. Inchaurbe, con el respeto y la nostalgia de lo que pudo ser esta tierra en aquellos ya lejanos tiempos en que habitaban entre nosotros y predicaban en nuestras fiestas. En 1520 fue decretada la erección de la Custodia de los conventos de Canarias, llevándose a efecto en capítulo provincial celebrado en Córdoba en 1522, con la

El buque Juan Sebastián Elcano en Puerto de Cabras

La visita del buque escuela "Juan Sebastián Elcano", 1929. El 21 de agosto fondeaba en la bahía de Puerto de Cabras el buque escuela de la Armada Española Juan Sebastián Elcano. Hacía menos de un año de su botadura y éste era su segundo crucero de instrucción. Tan alto honor para con la capital de Fuerteventura mereció un agasajo por parte de las fuerzas vivas de la localidad que convidaron a oficiales y guardiamarinas a la fiesta que se les brindó en el Casino que entonces se encontraba en la casa Manrique, hoy en ruinas frente al mercado municipal. Alumbrados con la electricidad que generaba la propia institución local, hubo fiesta hasta altas horas de la noche del día 23 de agosto de aquel año y los sones de la música se escaparon por los ventanales de aquel edificio para derramarse sobre los barquillos y sobre la arena de la playa del muelle chico. La foto del libro "Puerto del Rosario, cien años en la memoria", editado en 2000, recoge la segunda visita

La fiesta de San Buenaventura, recordando al pueblo majo

Ante la conmemoración de la incorporación de Fuerteventura a la Corona de Castilla, la celebración del Día del Pueblo Majo. Aquella mañana de julio parecía que hasta el Morro de Velosa contuviera su aliento; las piedras, calientes tras varios días de calor, condensaron el aíre fresco que, como por arte de magia, se hacía visible en forma de borbotones de algodón que caían sobre el Llano de Arriba. Estandartes y gallardetes tremolaban con la dificultad de aquellos húmedos cielos. Todo el Valle de Valtarajal pareció enmudecer; callaron los balidos de los ganados, los cuervos pusieron una nota de luto y hasta los guirres ascendieron a los cielos dando giros lentos y, jugando con el viento, ascendían tan alto que parecían alejarse para no prestar sus plumas para sellar el acuerdo que junto a las aguas del barranco pretendían firmar vencedores y vencidos. Vestigios aborígenes cerca de la Atalaya de Pozo Negro. Foto Paco Cerdeña /Cuaderno de Puerto de Cabra s Aquel catorce de julio se dilapi

Carta sobre el agua en Puerto de Cabras, octubre de 1909

Recientemente hemos recibido correspondencia del viejo Puerto de Cabras. Unas letras que nos manda un viejo amigo, Manuel Déniz Caraballo quien, como sabemos, viene haciéndose cargo de la escuela de niños de la localidad junto a otras muchas actividades.  En esta ocasión nos habla del agua, un tema que, hoy como ayer, en Fuerteventura, nos arrolla en el desconcierto. Apenas hará cinco años que llegó el Batallón Cazadores a Fuerteventura, yo llegué -me dice el señor Déniz- al año siguiente, en 1905 creo recordar. Hoy que celebramos la llegada del telégrafo -comentaba el viejo maestro-, sufrimos con el abastecimiento de agua a la población. Por todas partes se extiende la crítica de que si se vende el agua que llega en barricas a bordo de angarillas de camello o en la panza de los correíllos... La prensa -remata- no ayuda a esclarecer qué está pasando con el agua. Don Manuel Déniz intentaba justificar a los gestores municipales de Puerto (el cabildo aún no había llegado), entonces respon