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Rosas que se marchitan en Puerto de Cabras

La Roza de Joaquín Vila, junto al camino de Casillas del Ángel tomaba las aguas del barranco de Lucas Méndez y desaguaba en los de Risco Prieto y El Canalizo. 

Ya hemos hablado en varias ocasiones de las rozas de Puerto de Cabras (caso de la Rosa de la Monja o de la Rosa de los Pozos, por ejemplo). Etimológicamente hemos de asociar este tipo de finca majorera al desbroce y a la actividad de rozar o romper nuevas tierras, normalmente sobre términos comunales o sobre suertes derivadas de las mercedes señoriales otorgadas desde muy antiguo y fraccionadas por la propia dinámica demográfica y familiar. 

Normalmente estaban delimitadas por bardos o paredes de piedra seca, precisamente para protegerlas otros usos ajenos como la práctica ganadera extensiva o tradicional y constituían la unidad básica de explotación para el autoconsumo y, en ocasiones, para el comercio y la exportación...
Como tales fincas o unidades de explotación agropecuaria tradicional, las "rozas" contaban entre sus paredes con la casa o sitio de habitación con sus cuartos, sala y algún sobrao; con la cocina y el horno para hacer pan; con algún taro para conservar el queso; con el aljibe o la cisterna con sus coladeras; con la era, el cerco de pajeros y la tahona para la molienda de grano; con los alpendes para la bestias de trabajo, los toriles para resguardo de baifos, y pilas para abrevar el ganado; con los corrales de las jairas o cabritas; con el muladar para echar los desechos; con las "alcogidas" y gavias, muchas gavias, perfectamente ordenadas para su bebida con caños que iban a parar a la coladera y al aljibe y, desde allí el desagüe al barranquillo correspondiente, en el que también solía levantarse alguna calera para producir la cal necesaria para el mantenimiento de las infraestructuras.
Hubo en el entorno de nuestra ciudad muchas rozas; la propia ciudad creció sobre las extensas rozas que dieron paso a un entorno urbano y portuario. No las vamos a repetir, solo vamos a evocar algunas que aún mantienen en pie sus propias casas, como la de Joaquín Vila, o Roza Vila, la de Juana Sánchez, la de José Fabelo o la de Don Victoriano. Todas aluden a personas que las hicieron o compraron a herederos de los que las crearon.

Don Joaquín de Vila o Joaquín Vila, autoridad marítima y de policía en la Fuerteventura de principios del siglo XIX, uno de los beneficiarios en el reparto de la Costa del Puerto, construyó su rosa sobre un fundo de casi 36 fanegadas de tierra.

Traigo desde mi "inhabilitada"¿? cuenta el pantallazo que sigue y que dedicamos a una de las rosas de Puerto de Cabras, marchitas ya, como el propio perfil que me han silenciado:



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Fuentes de interés para la genealogía en Fuerteventura

Registros sacramentales de las parroquias de la isla de Fuerteventura, siglos XVI-XX De interés para los estudios genealógicos y búsqueda de ancestros en una de las Canarias. Los archivos: Fechas Registros Parroquias (Sede del archivo) signatura 1587-1609 Bautismos, libro 1 N.S. La Concepción Betancuria (Antigua) 1 1591-1655 Bautismos, libro 2 N.S. La Concepción Betancuria (Antigua) 2 1640-1669 Bautismos, libro 3 y 4 N.S. La Concepción Betancuria (Antigua) 3 1669-1686 Bautismos, libro 5 N.S. La Concepción Betancuria (Antigua) 4 1686-1698 Bautismos, libro 6 N.S. La Concepción Betancuria (Antigua) 5 1698-1714 Bautismos, libro 7 N.S. La Concepción Betancuria (Antigua) 6 1714-1732 Bautismos, libro 8 N.S. La Concepción Betancuria (Antigua) 7 1732-1744 Bautismos, libro 9 N.S. La Concepción Betancuria (Antigua) 8 1744-1758 Bautismos, libro 10 N.S. La Concepción Betancuria (Antigua) 9

Noticias del convento franciscano de Betancuria, 1602-1835

Noticias del Convento de Betancuria, siglos XVII-XIX Los franciscanos que moraron en este cenobio de Fuerteventura compartieron, por lo general, las miserias y calamidades del pueblo llano. El censo de hermanos aumentaba o disminuía en función de que los años agrícolas fueran buenos o malos… Los frailes de la Orden Seráfica , aún rotando entre sus conventos, al llegar a nuestra tierra, entendieron como nadie el paisanaje y la sociedad de la isla desde la apertura de su casa en las primeras décadas del siglo XV . Acercarnos someramente a esta comunidad y poner nombre a algunos de de sus miembros es el objeto de nuestro artículo. Y lo hacemos de la mano del P. Inchaurbe, con el respeto y la nostalgia de lo que pudo ser esta tierra en aquellos ya lejanos tiempos en que habitaban entre nosotros y predicaban en nuestras fiestas. En 1520 fue decretada la erección de la Custodia de los conventos de Canarias, llevándose a efecto en capítulo provincial celebrado en Córdoba en 1522, con la

El buque Juan Sebastián Elcano en Puerto de Cabras

La visita del buque escuela "Juan Sebastián Elcano", 1929. El 21 de agosto fondeaba en la bahía de Puerto de Cabras el buque escuela de la Armada Española Juan Sebastián Elcano. Hacía menos de un año de su botadura y éste era su segundo crucero de instrucción. Tan alto honor para con la capital de Fuerteventura mereció un agasajo por parte de las fuerzas vivas de la localidad que convidaron a oficiales y guardiamarinas a la fiesta que se les brindó en el Casino que entonces se encontraba en la casa Manrique, hoy en ruinas frente al mercado municipal. Alumbrados con la electricidad que generaba la propia institución local, hubo fiesta hasta altas horas de la noche del día 23 de agosto de aquel año y los sones de la música se escaparon por los ventanales de aquel edificio para derramarse sobre los barquillos y sobre la arena de la playa del muelle chico. La foto del libro "Puerto del Rosario, cien años en la memoria", editado en 2000, recoge la segunda visita

La fiesta de San Buenaventura, recordando al pueblo majo

Ante la conmemoración de la incorporación de Fuerteventura a la Corona de Castilla, la celebración del Día del Pueblo Majo. Aquella mañana de julio parecía que hasta el Morro de Velosa contuviera su aliento; las piedras, calientes tras varios días de calor, condensaron el aíre fresco que, como por arte de magia, se hacía visible en forma de borbotones de algodón que caían sobre el Llano de Arriba. Estandartes y gallardetes tremolaban con la dificultad de aquellos húmedos cielos. Todo el Valle de Valtarajal pareció enmudecer; callaron los balidos de los ganados, los cuervos pusieron una nota de luto y hasta los guirres ascendieron a los cielos dando giros lentos y, jugando con el viento, ascendían tan alto que parecían alejarse para no prestar sus plumas para sellar el acuerdo que junto a las aguas del barranco pretendían firmar vencedores y vencidos. Vestigios aborígenes cerca de la Atalaya de Pozo Negro. Foto Paco Cerdeña /Cuaderno de Puerto de Cabra s Aquel catorce de julio se dilapi

Carta sobre el agua en Puerto de Cabras, octubre de 1909

Recientemente hemos recibido correspondencia del viejo Puerto de Cabras. Unas letras que nos manda un viejo amigo, Manuel Déniz Caraballo quien, como sabemos, viene haciéndose cargo de la escuela de niños de la localidad junto a otras muchas actividades.  En esta ocasión nos habla del agua, un tema que, hoy como ayer, en Fuerteventura, nos arrolla en el desconcierto. Apenas hará cinco años que llegó el Batallón Cazadores a Fuerteventura, yo llegué -me dice el señor Déniz- al año siguiente, en 1905 creo recordar. Hoy que celebramos la llegada del telégrafo -comentaba el viejo maestro-, sufrimos con el abastecimiento de agua a la población. Por todas partes se extiende la crítica de que si se vende el agua que llega en barricas a bordo de angarillas de camello o en la panza de los correíllos... La prensa -remata- no ayuda a esclarecer qué está pasando con el agua. Don Manuel Déniz intentaba justificar a los gestores municipales de Puerto (el cabildo aún no había llegado), entonces respon