Fue su primera y única estancia en la isla, pero su recuerdo se prolongó más allá de la década de 1950… Aquel miércoles, día de Correíllo en Puerto del Rosario, Maximiliano Batista Pérez fue recibido y cumplimentado por la Guardia Civil de guarnición en la plaza. Apenas puso los pies sobre el adoquinado del muellito, se le condujo junto a otros miembros de su séquito hasta el Centro Penitenciario de Tefía. Por el camino, el mismo chofer de la camioneta le fue ilustrando con las obras que se estaban haciendo: una cantera de piedra de cal, recrecimiento de la presa de Los Molinos, tareas en las que –dijo uno de los números de la benemérita, mirando a los viajeros- estaba seguro de que también colaborarían. Batista se rascó la barba cuando le llegó el aire caliente de aquella llanura en la que, a lo lejos, ya se adivinaba un pequeño torreón donde ondeaba una bandera y a cuyos pies –pensó- estaría el comité de recepción. Foto policial publicada en la prensa de la época....
Apuntes de historia local (Puerto del Rosario, Fuerteventura (Canarias). Francisco J. Cerdeña Armas