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Los temporales y la calima de 1909 en Puerto de Cabras

 Las impresiones del Dr. Domingo Hernández González en Puerto de Cabras

En las postrimerías del siglo XIX llegaba a nuestra puerto un médico apasionado de la observación meteorológica. Oriundo de Las Breñas, en la isla de La Palma, no es de extrañar el radical cambio que veía en el entorno de su nueva residencia y donde ejercería la medicina casi diez años.

Corrían los primeros años del siglo veinte y Fuerteventura no lograba levantar cabeza. Al arancel sobre los cereales canarios (léase de Lanzarote y Fuerteventura) en su entrada a la Península Ibérica, se unía la tremenda sequía y los malos tiempos que azotaron la isla por aquel entonces.

La gente emigraba y tras ella hasta las piedras de paredes divisorias, casas y gañanías se vendían para embarcar con destino a los puertos de La Luz y Santa Cruz de Tenerife, objeto de ampliaciones y mejoras en sus infraestructuras. Allí se demandaba materia prima para fabricar cales hidráulicas y mano de obra a raudales, así es que nuestros antepasados, agobiados por la sequía y los tributos, una vez más, cogieron la maleta.

Al poco de llegar nuestro doctor a la isla para ocupar la plaza de médico municipal de Puerto de Cabras, don Domingo Hernández González se ocupó de los enfermos de la Beneficencia local, de los militares de guarnición en Fuerteventura y de un vecindario que, por lo apuntado, apenas sobrepasaba el medio millar, incluidos los soldados.


Venía del otro lado del Archipiélago, de la isla más verde, La Palma; es claro que la imagen primera le impactó y tuvo tiempo para entretenerse en la observación del clima y del paisaje de nuestra isla.

En Puerto de Cabras, quizás por la magua verde de su tierra natal, se aficionó a la observación meteorológica. Escudriñaba nuestros cielos y nuestro mar preguntándose por qué no llovía en este trozo de desierto; anotaba minuciosamente las temperaturas y los estados de la mar, de dónde soplaban los vientos cada día...

Y de sus inquietudes dejó unos apuntes que hemos podido rescatar y que vienen a pelo con los últimos episodios climáticos que estamos sufriendo en Canarias.

De formación científica, nuestro galeno no dio pábulo a las cabañuelas y las arrinconó entre las anécdotas etnográficas de los majoreros y de los canarios en general.

Para empezar, aunque médico local, tuvo que acudir a los municipios aledaños de Tetir y de Casillas del Ángel para atender a los afectados de tiña, contraída, al parecer, por el contacto de los camellos importados de la vecina costa africana.

El trasiego mercantil -se decía- pero también el determinismo geográfico (algo en lo que siguió al tetireño Antonio María Manrique y Saavedra), iba a ser objeto de sus observaciones.

Al menos así lo anotó en los dos primeros meses de 1902, cuando vio que de nada servían a esta tierra las garugas caídas sobre los campos en noviembre y diciembre del año anterior:

"Los vientos secos y huracanados -anotó- del Este y Sureste, han reinado con breves intervalos, alterando los mares de tal modo que por espacio de muchos días se interrumpió la comunicación de buques con el puerto.

"El temporal llegó a su punto álgido el día 16 de enero, y el día anterior, desde la madrugada, hubo truenos y relámpagos: los horizontes se cerraron. Había niebla densa y baja, cargada de polvo amarillento que imprimía a la luz un tinte tétrico.

"Cuando cesó el viento el aspecto de la atmósfera presagiaba una horrible tempestad. A la diez de la noche de aquel día volvió el viento fuerte, uniendo sus ruidos al ruido tenebroso del mar al estrellar las grandes olas contra el frente marítimo. La Luna apenas brillaba y la oscuridad era tan intensa que, a corta distancia, no se distinguían las personas que transitaban por las calles.

Al amanecer continuaba el temporal, pero más flojo. Disminuyó la fuerza del viento, y el mar se puso llano, desapareciendo las nubes de polvo, en parte arrastradas por la enorme cantidad de tierra que descargaron.

"Los campos quedaron cubiertos de polvo... Y, como los males de esta tierra nunca venían solos, arrastrados por las corrientes marinas, la orillas se inundaron de grandes bardos de cigarrones berberiscos, en su mayoría muertos.

Aquello debió parecerle a don Domingo un azote bíblico. Se decía que si no llovía pronto, los árboles y las cosechas se verían seriamente afectados, perdidas las papas y los tomates que ya empezaban a experimentarse por las fincas del interior.

Que cerca estamos de África -concluyó- mientras leía la prensa de la época tras las ventanas del Casino El Porvenir: Los buques de vela que fueron sorprendidos por el temporal en los puertos y playas de Fuerteventura, corrieron hacia la Isla de Lobos que, como suele ser habitual, constituye en estos tiempos un excelente abrigo. Porque se perdieron algunos barcos como el pailebot "El Rosario", a la entrada de Puerto Naos... 

En Puerto de Cabras los barquillos se arrastraron calle León y Castillo arriba para resguardarlos porque las olas barrieron un muelle chico ya maltrecho y el mar circuló por las calles aledañas a la explanada, adentrándose por el Barranco Pilón que, por unos instantes se tornaba río de aguas turbulentas.

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Fuentes de interés para la genealogía en Fuerteventura

Registros sacramentales de las parroquias de la isla de Fuerteventura, siglos XVI-XX De interés para los estudios genealógicos y búsqueda de ancestros en una de las Canarias. Los archivos: Fechas Registros Parroquias (Sede del archivo) signatura 1587-1609 Bautismos, libro 1 N.S. La Concepción Betancuria (Antigua) 1 1591-1655 Bautismos, libro 2 N.S. La Concepción Betancuria (Antigua) 2 1640-1669 Bautismos, libro 3 y 4 N.S. La Concepción Betancuria (Antigua) 3 1669-1686 Bautismos, libro 5 N.S. La Concepción Betancuria (Antigua) 4 1686-1698 Bautismos, libro 6 N.S. La Concepción Betancuria (Antigua) 5 1698-1714 Bautismos, libro 7 N.S. La Concepción Betancuria (Antigua) 6 1714-1732 Bautismos, libro 8 N.S. La Concepción Betancuria (Antigua) 7 1732-1744 Bautismos, libro 9 N.S. La Concepción Betancuria (Antigua) 8 1744-1758 Bautismos, libro 10 N.S. La Concepción Betancuria (Antigua) 9 ...

Noticias del convento franciscano de Betancuria, 1602-1835

Noticias del Convento de Betancuria, siglos XVII-XIX Los franciscanos que moraron en este cenobio de Fuerteventura compartieron, por lo general, las miserias y calamidades del pueblo llano. El censo de hermanos aumentaba o disminuía en función de que los años agrícolas fueran buenos o malos… Los frailes de la Orden Seráfica , aún rotando entre sus conventos, al llegar a nuestra tierra, entendieron como nadie el paisanaje y la sociedad de la isla desde la apertura de su casa en las primeras décadas del siglo XV . Acercarnos someramente a esta comunidad y poner nombre a algunos de de sus miembros es el objeto de nuestro artículo. Y lo hacemos de la mano del P. Inchaurbe, con el respeto y la nostalgia de lo que pudo ser esta tierra en aquellos ya lejanos tiempos en que habitaban entre nosotros y predicaban en nuestras fiestas. En 1520 fue decretada la erección de la Custodia de los conventos de Canarias, llevándose a efecto en capítulo provincial celebrado en Córdoba en 1522, con la ...

El buque Juan Sebastián Elcano en Puerto de Cabras

La visita del buque escuela "Juan Sebastián Elcano", 1929. El 21 de agosto fondeaba en la bahía de Puerto de Cabras el buque escuela de la Armada Española Juan Sebastián Elcano. Hacía menos de un año de su botadura y éste era su segundo crucero de instrucción. Tan alto honor para con la capital de Fuerteventura mereció un agasajo por parte de las fuerzas vivas de la localidad que convidaron a oficiales y guardiamarinas a la fiesta que se les brindó en el Casino que entonces se encontraba en la casa Manrique, hoy en ruinas frente al mercado municipal. Alumbrados con la electricidad que generaba la propia institución local, hubo fiesta hasta altas horas de la noche del día 23 de agosto de aquel año y los sones de la música se escaparon por los ventanales de aquel edificio para derramarse sobre los barquillos y sobre la arena de la playa del muelle chico. La foto del libro "Puerto del Rosario, cien años en la memoria", editado en 2000, recoge la segunda visita...

El municipio de Tetir: un centenario para reivindicar su memoria, 1925-2025 (I)

Tetir 1925-2025: Un centenario para reivindicar su memoria, aunque sea con una plaquita que recuerde para siempre que allí, en La Vega, hubo un municipio durante casi 150 años. Capítulo I Va para cien años que la corporación municipal de Tetir decidió disolverse y extinguir su municipio. La decisión prosiguió su vida administrativa hasta la publicación en la Gaceta de Madrid de la aceptación de la agregación propuesta por los ayuntamientos de Tetir y de Puerto de Cabras. Atrás quedaron los años del ayuntamiento parroquial de Santo Domingo de Guzmán, de 1778 a 1812, aproximadamente, y del ayuntamiento constitucional o contemporáneo, que funcionó hasta junio de 1925. Nada más aprobarse el Estatuto Municipal de 1924, las banderías políticas de Fuerteventura pusieron en marcha el proceso de disolución del ayuntamiento Tetir y la extinción del municipio acogiéndose a lo dispuesto en aquella norma reguladora de la administración local. Los parámetros definitorios del municipio contemporáneo ...

Betancuria pierde la capitalidad en favor de La Antigua: 1834

  De cuando Betancuria perdió la capitalidad en favor de La Antigua En el Boletín Oficial de Canarias, de 27 de diciembre de 1834, se publica la nueva división de partidos de las islas para que la administración civil se sujetase a ella desde el primero de enero del año siguiente. Y, para el caso de Fuerteventura, precisa que se crea el Partido de la Antigua con jurisdicción en todos los pueblos de la isla. Sin embargo, desde junio de aquel año, el notario público don Ambrosio Pereira dejaba fe marginal en sus cuadernos de protocolos, donde decía que “ el 16 de junio de este año, a las siete de la tarde, se recibió la orden de suspensión de capital a la Villa (Betancuria) y declaratoria de cabeza de partido a La Antigua ”. A partir de aquella fecha todos los instrumentos públicos que pasaban por su protocolo se databan en el pueblo de “ La Antigua de Fuerteventura, cabeza del partido judicial de la isla ”; lo mismo ocurría con las anotaciones realizadas en los cuadernos de oficio d...